Cualquier espacio es
mi templo,
ahora que las luces
y la noche
vuelven con su compañía.
Claro que estoy solo de nuevo
rodeado de sillones
vacíos
en esta sala de espera.
Este es mi auditorio
atento
que desea escuchar
ya en voz alta
mis veinte poemas
escritos.
Experimento no
la soledad,
sino el azar y el orden
de las palabras
que viajan solas y
crecen
como las plantas callejeras
que emergen en las
banquetas.
No quiero parar
su cultivo
¿quién soy yo para
hacerlo?
Así que las imágenes
pueden ir
apareciendo con el desorden
propio
de los fuegos artificiales.
Tal vez su belleza sea
precisamente
la de ese desorden
con que aparecen,
lucen y se
esfuman
al instante.
ahora que las luces
y la noche
vuelven con su compañía.
Claro que estoy solo de nuevo
rodeado de sillones
vacíos
en esta sala de espera.
Este es mi auditorio
atento
que desea escuchar
ya en voz alta
mis veinte poemas
escritos.
Experimento no
la soledad,
sino el azar y el orden
de las palabras
que viajan solas y
crecen
como las plantas callejeras
que emergen en las
banquetas.
No quiero parar
su cultivo
¿quién soy yo para
hacerlo?
Así que las imágenes
pueden ir
apareciendo con el desorden
propio
de los fuegos artificiales.
Tal vez su belleza sea
precisamente
la de ese desorden
con que aparecen,
lucen y se
esfuman
al instante.
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